Si dejo de ser algún día, prométeme
que tu voz se hará escuchar. Que no seré tierra yerma en un campo olvidado
donde los arados dejaron de surcar. Ni rosal sin flor, ni sauce sin rio.
Si ves que ya no sientes cuando
pronuncias mi nombre, ni el sueño lleva implícito mi recuerdo, no dejes que me
de cuenta a tiempos completos, enorgullécete del cromosoma que te hizo hombre y
hazme saber cual es tu sentimiento.
Si lo que empieza tiene que
terminar –rara razón que aplicamos los humanos, pues el mundo no termina con
esos horizontes planos- que sea con el honor suficiente y la gallardía necesaria,
para poder decir adiós sin lágrimas en los ojos. Que sea con la cabeza
levantada mirando al futuro y dejando que el corazón se expanda libre por las
aristas de lo cumplido
Si alguna vez al mirarme sientes
vacío, no me regales posibles, habla conmigo. Pues la compasión por amor debido
es tan dolorosa como el aparentar que todo sigue en el mismo camino.
No quiero ser lastre, notando
cada mañana que el beso no es querido, ni cada noche al acostarme el roce frío
de tu cuerpo herido. Despréndete de la carga innecesaria, ennoblece mi
apellido.
*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos reservados*
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