Volver a empezar, cargando a la
piel de mimos y, al sentido de promesas. Limpiando el interior de ofensas que
nunca se debieron dar. Y te miro y me digo, si merece la pena ver tanta
tristeza pegada a tu altar, tanto brote de melancolía que amarillea las hojas
de un verano más.
Sin fecha en el calendario, sin
nada que celebrar me trago cachitos de ternura ante un reloj que se niega a
avanzar. Descalza en el asfalto recobro pedazos de un tiempo que me supo a
realidad.
Ya no hay sueño, todo se ha
encerrado en una compleja soledad.
Y te cierras y me cierro y lo
volvemos a intentar, para redimir las culpas entre besos de ansiedad y
reproches de plastilina que se moldean según nos va.
No voy a callar, ya está bien de
callar.
Tengo demasiado adiós metido entre
las venas y mil batallas en las tripas que me obligan todos los días a vestirme
de libertad. Que no hay beso ni caricia que aplaque la falacia a la que me veo
sometida en pos de un amor sin dueño. Mato y sangro y, una vez más…Vuelvo a
empezar.
Moveré mi statu quo y si tengo
que gritar, se me oirá...Todo por ti, todo por mi, todo por volver a comenzar
lo que nunca tuvo que tener un final.
*Rocío Pérez Crespo*
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