Me abrazas en la noche cuando los
pájaros duermen y los sueños siguen despiertos. Te siento trémulo y callado, en
una viscosidad que atrapa.
Noto que por las costuras se me
escapa la vida, pero no digo nada. Y entre las cuatro paredes que nos cobijan,
el mismo silencio, habla.
Acompaño a tu abrazo con una
caricia que te hace reposar, y entre tus cabellos, los remordimientos se
escapan levantando la tapa de mi libertad.
Romperá la mañana sobre las
cortinas acallando a la realidad, y nuestros cuerpos abrazados serán testigos
de una alborada más. Yo seguiré soñando con que te quiero, tú anhelando tus
alas para volar.
Se romperá el nudo con el fragor
del deseo, hincarás tus manos sobre una verdad. Los labios en el discernimiento
mudo y sordo, la piel rindiéndose sin lealtad.
Ya no será mi cuerpo el que
busques cada noche, ya no será el silencio el que me grite sin piedad…
*Rocío Pérez Crespo*
Este texto es "evidente" que me gusta.Me parece muy expresiva tu forma de describir los sentimientos y emociones, el sentimiento.
ResponderEliminarDejo mi instancia echada pidiendo ser hospedada en este blog como seguidora, espero poder quedarme para seguir leyéndote.
Un abrazo,Rosa
Te invito a visitar mi blog: Literatura a vueltas donde encontrarás relatos cortos y poesía.
Deseo te guste.
Muchas gracias, Rosa por tus palabras. Para mi es un placer tenerte en mi blog, que es como tu casa.
ResponderEliminarEncantada de tu invitación para ir al tuyo...en un ratico estoy allí.
Un beso.