La tierra se mueve bajo mis pies,
se revuelve, me empuja.
El invierno dejó de quemar la
piel y, las flores que nacieron contigo se fueron deshojando en una mala primavera carente de arco iris.
Las tripas dolieron, se
retorcieron hasta hacerme vomitar fragmentos de unos besos que me supieron a
cenizas. A rancias promesas a falacias a mentiras…a ti. Me vacíe entera de tu presencia.
Una libélula en la otra esquina
de mi vida, custodia el viejo baúl que guarda unos ojos oscuros que he sabido
olvidar. No quedan reclamos, ni mundos vencidos Quedo yo clavada al suelo, abierta a un universo que
me grita rebeldía, la verdad de lo que soy.
Cubierta de realidad reaprendo
las falsas huellas, esas que nunca volveré a pisar. Esperando aprender una vez más la razón de una sonrisa y, aprenderte estés donde estés con tus colores. Con mi pretérito
en la memoria de mi presente, con mis ganas en los brazos de la soledad…
*Rocío Pérez Crespo*
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