Estimulas mi piel serenando el
alma que viste y engalana los momentos perdidos, recobro la conciencia entre
nubes de caricias que llegan dispuestas a hacer entrega de una alianza.
No hay vueltas que rompan los
estadios de una cama, de un nudo conformado por piernas que abrazan. Atándome a
un reloj que no marca, ni tiempo, ni lugar, ni estancia, me haces santa.
Santa…Como la palabra pura que
chorrea por la espalda, pariendo el primigenio sentido de dos cuerpos que se alcanzan.
Nutriéndose de la humedad que generan, hasta convertir lo mortal en esencia,
para recoger en una gota, el auténtico aroma que emana…
*Rocío Pérez Crespo*
Rocío, siempre he admirado tu poesía, y esta me deja embriagada de tu estilo.
ResponderEliminar"Santa...Como la palabra pura que chorrea por la espalda, pariendo el primigenio sentido de dos cuerpos que se alcanzan..." "hasta convertir lo mortal en esencia, para recoger en una gota, el auténtico aroma que emana..."
La intensidad de estas letras tan tuyas, son increibles... y como hilas conceptos tan distintos a través de un hecho magnífico como lo es la unión de dos cuerpos.
Te admiro poeta!!!!
Muchísimas gracias, Paty, leyendo tu comentario he sentido una satisfacción inmensa...un beso enorme, poeta.
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