MI CIELO...

Cómo te digo… que en la mirada perdida de esos confines, siempre te encuentro.

Que no hay noche ni mañana que tu nombre no haga ecos. Que mis sesos adormilados despiertan con tu fragancia, con la suave brisa de aquellos besos.

Cómo te hago entender… que mi vida sin ti, pierde sabores. Que la esperanza, aunque muchas veces muerta, resucita como flor temprana para evocar el dulce rostro que te sostiene.

Cómo hago para que comprendas que eres el fuego y el hielo, la luz y las sombras…la sed de una ausencia y el alimento de mi aurora.

Que siendo tan dispares tengamos una unión  tan sólida, incapaces de decirnos adiós y esperando siempre un hola.

Por qué me enmascaro cuando tu mirada se vuelve gruñona y en lugar de decirte cuanto te quiero, me quedo entre tinieblas amargada y sola. Cuando sé de sobra, que aunque me mires con desden tu corazón dice otra cosa.

¡Y dime!… cómo conjuro la formula para que te lleguen limpias todas estas cosas…para dejar mi mente en tus manos y mi alma cosida a  los pliegues de tu universo, sin dudas, ni palabras rotas…

Cómo decirte que te amo en todas los campos que hemos sembrado… cuando el verbo se queda por debajo del santo sentimiento que guardo.

*Rocío Pérez Crespo*

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(Imagen bajada de la red)