No importa si voy o vengo…si dejo secuelas o no dejo mella. No importa si río o lloro, eso a nadie le interesa.
Tengo dos millones de historias en mi cabeza, un pájaro loco y una tremenda quimera…soy poseedora de un corazón enamorado, pero que ha sido castigado con mil látigos envenenados; y pugna todos los días por mantenerse a salvo.
Soy el ente que anda entre vosotros con una sonrisa abierta, pero que nadie lee en sus ojos…la amargura que me viste por dentro, la rendición que otorgué hace tiempo, la tremenda clausura que llevo pegada a mi cuerpo.
Me muevo y sigo quieta, esperando el milagro que nunca llega…soy evanescente y soy piedra, fiel a mi conciencia, pérfida a mi tierra, mendaz ante la verdad que me sustenta, axioma a la realidad que me lleva.
Soy paz y soy guerra…soy el todo y sigo sin ser nada. Ecuménica y finita con dos alas mal remendadas en mi espalda.
No importa, nunca ha importado, que escribe mi alma…
*Rocío Pérez Crespo*
`Derechos Reservados
(Imagen bajada de la red)
Claroscuros del alma, esa batalla de lo uno y lo otro que somos, en realidad una lindura de poema.
ResponderEliminarUn prosear enérgico, vital y con un sezgo melancólico, pues así es la vida.
Un saludo fraterno
Mil gracias por tu comentario, enletrasarte (como me custa escribir tu nombre...jajajajjaja) me ha gustado que te guste...besos.
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