A rocío de madrugada, fresco y radiante sobre la hierba clara. A calor de incienso que entre mis rodillas se mece lento…huracán que nace de mi cuerpo y arrasa cada palmo de tu aroma impregnado en lamentos.
Momentos…solo son momentos donde irradiar la felicidad de sostener tu aliento, ese que entre besos y versos desprende aromas vivos de vetiver y espliego.
A manantial de trasparentes aguas, que se tornan acidas al chupar tu espalda, al acariciar con mi lengua cada trocito de esa piel de la que me alimento, donde me baño y quedo saciada de tu recuerdo.
A nubes flotando en un cielo sereno, la suavidad de tu textura adormece mis movimientos y, me voy quedado quieta, solamente oliendo, respirando tu perfume y sabiendo en que parte de tu anatomía me encuentro.
Un instante…solo es eso, que se queda pegado a mis sesos, para acompañar la soledad en la que me muevo y poderte reconocer con los ojos nublados en todo el universo.
Así hueles tú, mi amor sincero…a calidos abrazos, a miradas de tiempo, a risas y sueños…a dos manos unidas, a un corazón latiendo y a una distancia tan infinita como infinito es el sentimiento que guardo tan dentro.
*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*
(Imagen bajada de la red)
Toda la intensidad entre sabores y sentimientos.
ResponderEliminarPRECIOSO!
Besos
Uuufff, realista, directo, enamorado versar.
ResponderEliminarUn saludo fraterno
Muchismas gracias, Respirando...los sabores y las intensidades siempre marcan un ritmo...besos para ti.
ResponderEliminarenletraserte..encantada que te haya gustado, vieniedo de un poeta, es todo un piropo..besos.
ResponderEliminaralma alma alma preciosa
ResponderEliminarMuchas gracias anonimo..ha entrado tu comentario estando en el blog...besos.
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