Algunas veces nos chocamos con situaciones y personas que nos dejan la boca abierta un palmo. Sin dar crédito a lo que estás escuchando, leyendo o viviendo. Y llegando a pensar que la tara es tuya...solo tuya.
Quizá, tanto hablar de la complejidad del hombre nos hace enfrentarnos a los demás con la complejidad como bandera.
Luego, para nuestra suerte, llegan otras que te enseñan lo más sencillo del mundo en unos cuantos renglones.
Aquí os dejo unas cuantas palabras sabias, de una mujer muy sabia que vivió siempre en la más absoluta sencillez y, es qué, ella nunca quiso ser compleja...y es qué no hay nada más hermoso que la sencillez de todo y de todos.
El día más bello: Hoy.
La cosa más fácil: Equivocarse.
El mayor error: Abandonarse.
La raíz de todos los males: El egoísmo.
La distracción más bella: El trabajo.
La peor derrota: El desaliento.
Los mejores profesores: Los niños.
La primera necesidad: Comunicarse.
Lo que hace más feliz: Ser útil a los demás.
El misterio más grande: La muerte.
El peor defecto: El malhumor.
La persona más peligrosa: La mentirosa.
El regalo más bello: El perdón.
Lo más imprescindible: El hogar.
La ruta más rápida: El camino correcto.
La sensación más grata: La paz interior.
El resguardo más eficaz: La sonrisa.
El mejor remedio: El optimismo.
La mayor satisfacción: El deber cumplido.
La fuerza más potente: La fe.
Las personas más necesarias: Los padres.
La cosa más bella: EL AMOR.
Teresa de Calcuta.
Mi niña cuanto tiempo hace que no te dejo una misiva mía, esplendoroso relato a la par que sencillo, memorable como todos los de la madre de Calcuta.
ResponderEliminarBESOS DE SAGRI