miércoles, 20 de enero de 2016

NO MORIRÉ POR TU NOMBRE...




Ni por esos momentos que de dulce engaño me cubriste con tu infinito carisma de un Casanova cualquiera. Que creyera en tus palabras o, en la infinita suavidad de tus caricias nunca me convirtió en tu sierva.
Estas rodillas no están diseñadas para clavarse en la tierra de ninguna propiedad privada.
Entre tú yo, solo queda la distancia y aún así, no perderé mi soledad
No, no moriré por tu nombre, ni por todos los besos con los que cubriste mi cuerpo. Ni por todo el sudor con el que empapamos las sábanas, ni tan siquiera, por el puro amor con el que cada noche te sueño.


*Rocío Pérez Crespo*


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