Abrumada me hallo ante ciertas
palabras, que son la consecuencia clara de un mal deseo. Esta mañana de aguas
tempranas he tropezado con mi prima “la”
Remedios, cuando, coqueta y orgullosa,
subía presta para la plaza.
Ha tenido a bien decirme con sus
pláticas, sus santos y puros pensamientos, que de genes y
labranzas crean esas confianzas que muchas veces, espantan.
Me ha oteado con ceño
fruncido y ha emitido veredicto.
Yo con cara pasmada me he quedado helada…
Pero si hace un mes o dos, me
decía toda ella. ¡Vaya lustre de cara, y con esas caderas…pareces una morcilla
huertana!
Y ahora en lugar de llamarme tía
buena…Después de llenarme de estopa y paja, me escruta de arriba abajo para
emitir sin recato, ¡niña, que mala cara tienes! ¡Por Dios que fea!
¡Envidia!…envidia es lo que tiene
de ver la barriga tan plana. Qué hay que ser mala pécora para regodearse en tu
cara.
Mucho darle al pico cuando hay
que estar callada, y para una vez que se cierne…la caga. Y es que no hay
derecho de querer hacerse la clara y, gritar a los cuatro vientos los defectos
que una gasta.
Cuando los espejos hablan todos
sabemos que exclaman, no necesitamos parientas que nos traduzcan sus palabras…
Y que sepa todo el mundo, que
ésta que viste y calza está más buena que el pan con anchoas de Cantabria. Si me sobra me lo tapo…y si me falta lo
relleno, pero que no me vengan con flamencos de consejos embusteros. Para luego
en lugar de alegrarse del esfuerzo, te digan que vayas al médico a que te de
ungüentos, o que la blusa te hace arruga o que el pantalón te arrastra o que se
te ha quedado el culo pasa y la cara como una flauta.
Ella es más fea que la noche y yo
nunca le he dicho nada. Bueno, sí…en una ocasión de dije que el eslabón perdido
por parte de padre llevaba mi apellido pero no pilló la indirecta y siguió pintándose
las cejas con arco hasta las orejas.
En fin, que con todo mi garbo y
un giro de cintura elegante, dejando que mi figura chocase contra sus fanales. Me
he dado media vuelta, no sin antes desearle buena nueva
y mejores expectativas para el
año entrante, con el anhelo, no obstante, que los arqueólogos dejen la sierra
de Burgos y estudien detenidamente la estructura de tan exclusivo personaje.
*Rocío Pérez Crespo*
Con todo mi cariño, para mi amiga Ana Gregorio, porque sé que le gusta ese punto de humor.
Mi querida Rocío. Bien sabes que me encanta tu sentido del humor y que lo considero un don fantástico. Gracias por acordarte de mí. Eres un cielo. Me ha emocionado mucho tu dedicatoria. Besos.
ResponderEliminarTenemos que reírnos juntas de nuevo....no lo olvides.
ResponderEliminarUn beso enormeeeeeee.